Sunday, May 31, 2009

Ese era el mejor Lou Reed



Lou Reed es hoy es casi un setentón y la contracultura lo tiene presente por haberse sumergido en las miasmas más pestíferas de la condición humana y tener la sabiduría de estar aun con nosotros. En cuanto a lo que nos ha legado existen tres discos que su genio jamás podrá superar Transformer 1972, Berlin 1973 y Coney Island Baby 1976. Yo sé que mucha gente considera a Lou Reed como un sobrevalorado “artista” y es comprensible, jamás se ha hecho querer demasiado, yo mismo lo encuentro muchas veces “culturosamente” pedante, malcriado e impaciente pero yo no soy un pastor que tenga la tarea de dar penitencias y absoluciones a la bete noir de Brooklyn.



Londres 1972
Mick Ronson y David Bowie se ofrecieron para producir el segundo disco solista de Lou Reed, estaban muy emocionados pues eran seguidores de Velvet Underground y todo lo que significo la Factory de Warhol. Para la grabación del disco buscaron músicos profesionales que poco o nada sabían de la existencia de Lou Reed. Las fotos del disco mostraban a un Lou Reed maquillado y con sombras en los ojos, es decir la estética Glam por excelencia; en la contratapa aparecen un caballero de apretados pantalones con una banana oculta en su entrepierna y al otro lado aparece una chica que muchos dicen hasta hoy que es el mismo chico pero travestido. La temática de las canciones apunta a la gente que Lou Reed conocía por ese momento, drogadictos, putas y travestis. En algunos temas David Bowie hace coros y el ejemplo más logrado es Sattelite Of Love, un tema que según el mismo Lou tardó años en reconocer que era sobre los celos ya que al componerlo no tenía la más minina idea de que se trataba. De ese disco también salió la canción más conocida de toda la carrera de Lou el Walk On The Wildside, en esa canción pone al descubierto algunos amigos que compartieron con él fiestas, borrachera o cama, el tema suena en la radio sobre todo en el Reino Unido donde mucha de la jerga gringa se entendía poco o mal, así que para los súbditos de la reina eso de “but she never lost her head even when she was given head” era de alguna manera un superfragilisticoespialidoso de su tiempo. Dar explicación de cada una de las canciones me resulta tedioso pero se sabe que Vicious y Andys Chest con canciones que giran alrededor de la figura de Warhol , que Make Up es una reseña de cómo verse para una noche de fiesta, Perfect Day una apacible interrelación con nuestra existencia y Goodnight Ladies nos recuerda esas noches de sábado en que no ligaste una y debes volver a casa bastante borracho para terminar aun más borracho. Transformer es el gran disco de Lou Reed, el disco de escarcha en la cara y algunos pacos en tu bolsillo.



Londres, New York 1973

Bob Ezrin era el productor de Alice Cooper y por alguna feliz circunstancia acabó produciendo el tercer disco solista de Lou Reed. Fue un proyecto ambicioso y millonario, Lou Reed prácticamente solo tocó la guitarra acústica en ese disco pero contrataron a una orquesta sinfónica, un coro, a Steve Winwood, Jack Bruce y otros. El disco es conceptual, es decir es un conjunto de diez canciones que funcionan como actos teatrales a dos personajes, una pareja de norteamericanos viviendo en Berlin y en franco proceso de autodestrucción debido a sus adicciones. Dicen que las sesiones de grabación eran insufribles, Bob Ezrin estaba enganchándose a la heroína y cometía locura y media, entre ellas se cuenta que los gritos de niños que aparecen en la canción The Kids son los de sus propios hijos espantados ante la falsa noticia de que su mama había muerto. Por otro lado Lou Reed se estaba divorciando de Bettye Kronstad una profesora de ingles a quien conoció cuando se cachueleaba como mesera y la cual fue su primera esposa y que alguna vez se agarró a puñetazo limpio con Lou. Siempre escuché decir que este es el disco es el más depresivo jamás hecho y esa afirmación no está muy lejos de la verdad, tema a tema las vivencias de los personajes Caroline y Jim pasan de las sombras a la oscuridad total, así que si eres de los que lloran casi siempre al ver una película este disco puede hacerte moquear sin roche. Berlin fue criticado sin piedad por Rolling Stone, revista que no sé porque algunos consideran que sus opiniones son definitivas, aquí va las breves líneas dedicadas por Stephen Davis un 20 de diciembre de 1973:

Lou Reed's Berlin is a disaster, taking the listener into a distorted and degenerate demimonde of paranoia, schizophrenia, degradation, pill-induced violence and suicide. There are certain records that are so patently offensive that one wishes to take some kind of physical vengeance on the artists that perpetrate them. Reed's only excuse for this kind of performance (which isn't really performed as much as spoken and shouted over Bob Ezrin's limp production) can only be that this was his last shot at a once-promising career. Goodbye, Lou.

Lou Reed jamás se pudo recuperar del rechazo y desprecio con que Berlin fue tratado tanto así que espero 33 años para presentar el disco en vivo y cuyo registro fílmico lo podemos ver en la película Berlin de Julian Schnabel del 2007.





New York 1975

Lou Reed después del fracaso de Berlin asumió perfectamente su personaje de monstruo, se peleó con medio mundo y grabó discos aun inexplicables como el Metal Machine Music. Poco se esperaba de los acordes y versos de Lou, los más optimistas se la jugaban por un siguiente disco grotesco y excesivo sin embargo Coney Island Baby es una extraordinaria muestra de ritmo sosegado pero que no aburre a nadie. La musa inspiradora de esta obra fue Rachel una travesti mexicana que compartió la vida con Lou Reed por algunos años y que desde 1978 Lou se ha negado reiteradamente a hablar de ella.
Solo de inicio te enganchas rápidamente con Crazy Feeling esa canción de amor a primera vista con versos sutilmente reveladores como:

And you, you really are a queen, oh, such a queen, such a queen
And I know, 'cause I made the same scene
I know just what you mean, because
You got that crazy feeling now, now, now, you're got that crazy feeling
You got that crazy feeling deep inside now,
I can see it in your eyes

El disco incluso experimenta con cintas pregrabadas en el tema Kicks, y nos desconcierta con la letra de Coney Island Baby en donde Lou Reed confiesa que tal vez hubiera sido mejor para el ser un jugador de football americano. Coney Island Bay es un disco redondo que celebra el amor siempre desde ese lado marginal e inteligente del que alguna vez Lou Reed nos tuvo acostumbrados.


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