En mi juventud todo estaba claro. Sabias lo que tenias que vestir, leer, ver por TV, escuchar, en fin lo que estaba de moda. Yo y otros estábamos fuera de esa sabiduría popular. Pero en lo que a música se refiere en 1991 Smell Like Teen Spirit cambió mis perspectivas. Ese inmenso abismo entre unos y otros se cerró. Todo estaba revuelto, el pop, el mainstream, el alternativo. El sistema se apoderó fácilmente de los disidentes, había desaparecido esa confortable paz en que mis oídos podían discriminar qué era qué.
Un día en casa de un amigo escuché a los Orange Peels, Pavement y a un montón de bandas despreocupadas de su sonido pero con canciones plenas de emoción, por supuesto que todas eran de alguna manera deudoras de la Velvet Underground. Descubrí que detrás de los Pixies, Sonic Youth, etc. existían innumerables grupos que sin importarle su éxito se zambullían a hacer cientos de canciones de la forma más honesta posible.
Ya a finales de los noventas con el inicio de la debacle de la industria discográfica, la internet empezó a prestarse en ser la mejor forma de difusión de esta movida bautizada como Indie, que abarcaba todos lo géneros que conoces e inventaba otros. Era la primera vez que feliz empezaba a bajarme música de la red despreocupadamente y bajaba de todo sin importar, el asunto era regresar a casa y escuchar todo el día a grupos que casi nadie conocía. Conclusión volvía a la era pre Nirvana, nuevamente me sentía vivo, y nuevamente la música me rescataba de mi hastió.
Ahora echemos una mirada a las mayores críticas contra el Indie. Se les acusa de producir en exceso, lo que por ende hace muy desigual su calidad; esa observación es muestra de la total ignorancia de los defensores de la decadente industria musical actual. Es obvio que a mayor producción se generara más desperdicio y merma, lo que es digno de estudio en realidad es el lado del mainstream que produciendo tan poco genera tanta miasma. Una crítica más es que de alguna manera no es música hecha para el pueblo, que es de carácter elitista, pseudo intelectual y no inclusivo socialmente; bueno de verdad que acepto esos cargos sin problemas, todo con tal de no ser parte de ese pueblo estupidizado con el Regeton, Hip-Hop ramplón o insulsos baladistas.
Algo que si me preocupa, y es la corta vida de muchísimos de estos grupos –cosa natural si vemos su actitud con referencia al mercado- y otra que está relacionada es que muchas veces su duración no les permite afinarse creativamente. Cuando hay fortuna y las cosas no son así, solo nos queda agradecer a cronos.
Post Scriptum:
Si hay algo que detesto es la gente que se trepa a la ola y luego despotrica de la misma El caso más patético en el Indie es el de la piernona de Lily Allen, quien ahora escandalizada, condena la piratería –en el Indie ese ya no es un problema-, y al parecer tiene gran ansiedad de éxito, fama y dinero. Tranquila Lily que a ese paso de seguro que lo consigues. Verdadera lástima, porque aparte de querer invitarte esta noche a salir, quería decirte que The Fear es una gran canción.
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