Sus padres educaron a la pequeña bajo los principios de fe y devoción como por ejemplo el castigar sus travesuras/pecados haciéndola dormir sobre el suelo y obligándola a rezar docenas de ave marías, credos y padre nuestros; es interesante el saber que la santa madre de Anneliese durante su matrimonio y vencida por la tentación maléfica del sexo salió embarazada de otro hombre que no fue su marido y esto significó la vergüenza más atroz para la familia, el niño murió infelizmente a los 8 años y su deceso sirvió para expiar este pecado capital.
Anneliese con 16 años empezó a presentar algunos problemas de salud, uno de ellos era la de convulsionar regularmente y la otra la de no poder hablar con facilidad, a la primera afección se le diagnosticó como epilepsia y a la segunda un caso de neumonía cuasi crónica. Medicada y con los debidos cuidados fue dada de alta y enviada nuevamente a su hogar en donde un día confía a sus padres tiene alucinaciones auditivas es decir que oía voces. Empezó a estudiar en la universidad ocultando a todos su extraña condición además ahora espantosas escenas de carácter demoniaco la atormentaban. El estado nervioso en que se encontraba le impulsó a dejar de probar alimentos convencionales es decir no comía carnes, verduras, etc. lo que si le encantaba eran los insectos y algo de tierra; como es obvio una anemia feroz no tardó en asaltarla. Una desdichada tarde paseando por el campo la convaleciente Anneliese acompañada de su novio Peter tuvo la gracia de ver a la virgen maría quien le pidió que hiciera penitencia por todas las almas que se iban al infierno, Anneliesse aceptó y extrañamente durante unos minutos después del suceso se llenó de una vitalidad enorme y contó con gran entusiasmo a su madre la sagrada tarea que se le había encomendado y para empezar dejó de tomar medicinas para así poder enfrentar a su verdadero enemigo el demonio. Mientras todo esto transcurría el noble Peter lloraba como un niño en el asiento de su auto desilusionado por no haber tenido la gracia divina para ver a la madre de Dios y confundido sobre el destino de su Anneliese.
Los padres desesperados buscaron insistentemente el apoyo de la iglesia para realizar un exorcismo. La iglesia le contestó reiteradamente que la paciente fuera revisada por la medicina tradicional pues no calificaba como posesa ya que no presentaba estos cuatro requisitos:
- Aversión a objetos sagrados (llámese cruces, agua bendita, rosarios, etc.)
- Xenoglosia (Hablar o escribir en lenguas extranjeras o desconocidas)
- Demografía (Estigmas sobre el cuerpo)
- Sansonismo ( Fuerza descomunal o superior a la naturaleza del individuo)
Días y meses hicieron tal mella en su decadente cuerpo que finalmente la jerarquía eclesiástica asignó a un exorcista para expulsar a los seis demonios que habitaban su ser. Las sesiones de exorcismo que duraban alrededor de ocho horas cada una fueron registradas en 51 cintas. El cura, la madre y el padre fueron participes de los rituales en busca de expulsar a los demonios, cada uno ha contado inverosímiles hechos como el que las manos de Anneliese crecieron monstruosamente, que se retorcía cual serpiente, que objetos se movían estrellándose contra la pared, en fin el resultado de esto fue el que finalmente la posesa expulsó a todos esos pasajeros inconvenientes que pululaban por su cuerpo, es entonces que se llama a un médico para curar la múltiples heridas y lesiones que dejaron la guerra entre el bien y el mal, la docta opinión del médico es de no aplicar ninguna curación o analgésico a el magullado cuerpo ya que no se sabía si el demonio aun moraba en él, el cura asintió y después de bendecir a la familia y felicitarse de haber vencido al señor de las tinieblas se despidió. Días después una madre nerviosa notó que Anneliese ya no respiraba, aterrada llamó al exorcista y este le dijo que probablemente se encontraba en estado de éxtasis místico pero que en todo caso llamara a un médico para revisar la situación, por supuesto que la desgraciada existencia de Anneliese se había terminado horas atrás.
Post Scriptum:
El exorcista, el padre y madre de Anneliese Michel fueron condenados a prisión por asesinato no culposo, la pena no excedió los dos años, en el juicio no se aceptaron las grabaciones como pruebas a pesar de la insistencia del ala tradicionalista de la iglesia católica que jamás ha reconocido el concilio del Vaticano II como un hecho valioso sino todo lo contrario como el inicio de la decadencia y perversión de la santa iglesia romana. A mediados de los ochentas una monja tuvo una revelación en la cual se enteraba que el cuerpo de Anneliese se mantenía incorrupto, el morbo y la bestialidad hicieron exhumar lo restos y ahí se contemplaron los huesos de la difunta, algunos quebrados por supuesto. Según la propia madre la última frase de la pseudo poseida fue “tengo miedo” y si yo pudiera confiarle hoy algo a Anneliese le diria que el miedo con respecto a mis “semejantes” hace tiempo que no me deja.
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