Se me hace difícil escribir sobre Marco Aurelio Denegri Santagadea se poco de él pero asimismo he aprendido mucho gracias a él. MAD es un polígrafo y polígrafo es aquella persona que dedica su tiempo a escribir sobre diversos temas y el titulo bien puede confundirse con cualquier grafómano diletante, pero 40 años en la brega lo han convertido tal vez en el militante más notable de la contracultura peruana.
He tenido la oportunidad de estar cerca de él solo en dos ocasiones. La primera en la presentación de una edición de la revista Umbral que dirige Alberto Benavides, al final de la misma MAD se quedó por algún tiempo firmando autógrafos y dando la mano a unas cuantas personas, yo por supuesto jamás me acerqué pero me di cuenta que ese señor alto, en terno azul, medio gibado y con facha beatnik de los cincuentas era inmensamente tímido, cada sonrisa que brindaba a sus “fans” eran solo buenos modales, formas civilizadas de convivir con el semejante a quien y muchas veces con toda razón desprecia.
He tenido la oportunidad de estar cerca de él solo en dos ocasiones. La primera en la presentación de una edición de la revista Umbral que dirige Alberto Benavides, al final de la misma MAD se quedó por algún tiempo firmando autógrafos y dando la mano a unas cuantas personas, yo por supuesto jamás me acerqué pero me di cuenta que ese señor alto, en terno azul, medio gibado y con facha beatnik de los cincuentas era inmensamente tímido, cada sonrisa que brindaba a sus “fans” eran solo buenos modales, formas civilizadas de convivir con el semejante a quien y muchas veces con toda razón desprecia.
La segunda ocasión tuvo por lugar el sitio menos pensado, la calle Paruro del Cercado de Lima exactamente en un altillo de una viejísima vivienda que funcionaba como lugar de trabajo de algunos técnicos electrónicos y electricistas que te arreglan un televisor, una refrigeradora o un microondas por igual. Estaba yo esperando con aburrimiento la entrega de mi televisor que por enésima vez visitaba esa clínica de electrodomésticos cuando se sintieron pasos por la escalera de madera y un señor esta vez con un gabán de color crema y de imagen nosferatica saludó amablemente al eficiente electrónico y a mi persona, yo solo balbucee un de seguro indescifrable “Buenos días señor Marco Aurelio”, el asunto era que MAD venía a recoger un decibelímetro o algo por el estilo, entregado el artefacto se retiró nuevamente se despidió con cortesía y recordé que este héroe de más de 60 años no solo era un melómano sino que además era un audiofilo, es decir buscaba que la reproducción y registro sonoro de un disco fuera de lo mas prolijo.
Sobre MAD se saben pocas cosas, que nació un 16 de Mayo de 1938 en Lima, estudió en el Colegio Anglo Peruano que aun está en la Avenida PetIt Thours pero que ahora lleva por nombre San Andrés, su padre fue alto funcionario de la IBM, estudio derecho en UNMSM y ahí viene una cosa que debo confirmar me parece que cursó estudios en Estados Unidos por unos cuantos años lo cual le dio la versatilidad bilingüe que posee, jamás se casó, vive aun en una inmensa casa en Santa Beatriz en la calle Hernán Velarde, calle que se parece más a una de San Isidro, también se sabe que hace algunos cuantos años vive con él una señora que es su empleada del hogar, asistente, confidente y para no especular la que sin duda alguna mas sabe de MAD. La obra de este rebelde es inmensa pero también muy dispersa, ha escrito en innumerables diarios y revistas. En estos últimos años ha publicado algunos libros pero tal vez su aporte más valioso fue una revista cultural llamada Fascinum en los años setentas. Lo de la televisión es un capítulo aparte, empezó también a inicios de los 70 y como siempre hacía criticas y añicos libros, películas, discos (que según me cuentan, alguno de ellos fueron lanzados por la manos de MAD al suelo en señal de desaprobación) y mil temas diversos lamentablemente de estos programas no hay videos y para la gran mayoría MAD aparece en los noventas gracias al cable y no estuvo tan mal ya que sirvió para darle el altoparlante que necesitaban sus ideas.
Post Scriptum :
Marco Aurelio Denegri firma siempre sus artículos como MAD que en ingles tiene tres significados loco, furioso y tonto de la primera acepción tal vez tenga un poco, de la segunda se que se contiene a veces más de lo debido pero de la tercera ni un pelo.
6 comments:
siempre MAD tiene algo nuevo, excelente blog... yo tb soy un admirador!
Dr. Juan Antonio Almeyda
Gracias por tu tiempo dedicado a mi blog.
Saludos, antetodo felicitaciones por el blog y el artículo sobre MAD. mi pregunta va a ser un poco desentonada pero dado que al igual que el señor Denegri, soy audiófilo y sé de su nivel de exigencia en cuanto a equipos de audio se refiere, quería tomarme el atrevimiento de preguntarte si podrías darme alguna referencia que me ayude a ubicar en el laberinto que es Paruro, al técnico que mencionas en tu nota, ya que hace mucho busco alguien que se especialize en reparar aparatos finos, y si éste técnico goza de la confianza de MAD, debe ser muy bueno. Agradezco de antemano tu respuesta.
Rafael Mercado Salas.
noisemusic3@hotmail.com
Hola Rafael:
Gracias por leer mi blog. Me pareció muy divertida tu definición de “desentonado” a tu comentario. Bueno, el anécdota que narro ocurrió hace como cinco o seis años atrás cuando vivía en Lima, como sabes el tiempo y la distancia son una combinación perfecta para olvidar o confundir, en todo caso lo que recuerdo es que el técnico tenía su “local” en un altillo dentro de una casa vieja. Si tu vienes por la Avenida Abancay te bajas en Jr. Cuzco y cuando llegues a Paruro tomas tu derecha, definitivamente el lugar queda en esa cuadra, ahora me parece que la casa estaba pintada de celeste en su interior. Lamento no poder ser más preciso, ojala que te sirva de ayuda. Lo otro es acercarte a la casa de MAD y pedirle a Rosa - su asistente- la información del caso. Me parece que mi último consejo podría resultar mas infructuoso. Suerte en la decisión que tomes, sea la que sea.
Muchas gracias por compartir acerca de MAD y las anécdotas
Gracias por tu texto. Excelentes anécdotas y el resumen tímido del perfil de un latinoamericano fuera de serie. Lo quiero desde que lo vi en archivos de Internet. Y no se me morirá nunca.
Desde Ecuador,
Alexis
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