Monday, October 20, 2008

Draco y el reencuentro consigo mismo



Robi Draco Rosa nació en New York hace casi cuarenta años. A los quince años reemplazó a un tal Johnny Losada en ese grupito de efebos medio cantantes y medios bailarines llamados Menudo. Resultó un buen negocio porque era el único que hablaba ingles a la perfección, así que el crossover se hizo dándole más relevancia al a voz de Robi. La providencia hizo que Robi dejara Menudo a los 18, dos años más de lo que normalmente era lo permitido en el grupo. Robi ha contado que fue echado porque quería empezar a componer temas para el grupo, algo inconcebible para los productores así que de una patada en el culo le pusieron en claro que su trabajo era mover sus cuatro letras y balbucear estúpidas líneas para estúpidas adolecentes.
Ya con más claridad y liberado de su esclavitud se fue para Brasil donde empezó a vacilarse de lo lindo, además sacó dos cds que lo hicieron numero 1. En 1988 de vuelta a Estados Unidos cometió una barrabasada imperdonable llamada “Salsa”, una mediocre película que lo único valioso que le dio a su vida y a su carrera fue su esposa Ángela Alvarado una actriz de mediano talento. Tuvo hijos con ella y decidió dedicarse a la música ahora en tierras gringas. Forma una agrupación llamada Maggies Dream y deja de ser Robi Rosa para convertirse en Draco Cornelius Rosa. En 1990 se hace muy “amigo “de Ricky Martin y le compone “Living la vida loca”, “La copa de la vida”, “María”, “She Bangs” y todos los éxitos que puedan imaginar. En 1994 inicia su carrera como solista lanza “Frio” un disco de pop rock latino, en las entrevistas dice arrepentirse de muchas cosas de su pasado, dice que las hizo como trabajo, eran formas de ganarse el pan para vivir. Su imagen era cada vez es mas pastrula y todos se daban cuenta que no era una pose. El infierno en su ser hizo que se peleara con medio mundo. El sexo y el alcohol además de sus compulsivas lecturas de Baudelaire, RImbaud, Verlaine y Sade hacen que en 1996 puede dar a luz su obra maestra llamada Vagabundo. Para la mayoría de gente especializada en el rock el álbum fue ignorado por lo que significaba el lastre de haber sido un Menudo y su desafortunado paso por el cine. Las letras del álbum creo que sin excepción son poemas. La introducción llamada Hablando de Amor es vampiresca a morir, Penélope es la justificación del abandono propio por amor, Blanca mujer es el ruego de ese apasionado moribundo pidiéndole a la guadaña que lo recoja para siempre pero ella le dice que aun no escucha la campana de arriba, Brujería es el acto de iniciación de cualquier ángel caído a través de la poesía; en fin un disco indispensable. Robi Draco Rosa ha grabado 5 discos más desde entonces, sería bueno darnos el tiempo para escucharlos con detenimiento y empezar a exculparlo de su pasado


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