Nadie va a creer que los muchachos de El Otro Yo empezaron a tocar sus instrumentos interpretando con devoción a los Joy Division. Mundo fue su álbum grabado en 1995, de ahí salió este obsceno catalogo de degeneración erótica.
Tampoco nadie va a creer que recién llegado a Miami tuve la oportunidad de conocer a una adolescente – rubia, bien formada, bonaerense y con 16 años- que me juró y rejuró tener algún parentesco con Cristian Aldana. Creo que ya sería tiempo de volverla a ver ¿no?, por que como entenderán mi lengua evoca más que nunca.
Tampoco nadie va a creer que recién llegado a Miami tuve la oportunidad de conocer a una adolescente – rubia, bien formada, bonaerense y con 16 años- que me juró y rejuró tener algún parentesco con Cristian Aldana. Creo que ya sería tiempo de volverla a ver ¿no?, por que como entenderán mi lengua evoca más que nunca.
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