Wednesday, September 24, 2008

Bob Chinn y la saga del más grande

Bob Chinn nació en Hawái y en su juventud decidió estudiar cine en la Ucla. Su primer film fue “The History of Pornography”, documental que explora los orígenes y devaneos del genero porno antes del boom del que él mismo es un precursor. A comienzos de los 70’s aparece “The Danish Conecction” protagonizada por John C. Holmes. Chinn retoma el personaje principal y realiza en 1973 “Johnny Wadd” en donde redondea el perfil del personaje. Dicen que el guión era de tres páginas y que en 24 horas se culminó toda la grabación.
John C. Holmes es recordado por haber tenido “el más grande apéndice sexual de la historia”, aunque en la actualidad se sabe que su record olímpico de alrededor de 35 centímetros ha sido superado largamente. Lamentablemente el creador del mito, Mr. Bob Chinn ha sido relegado injustamente por la historia y es menester de este su servidor el restaurarlo en sus memorias.



Todos de pequeños disfrutamos de algunas series policiales como Starsky And Hutch, Los Ángeles de Charly, Las calles de San Francisco, etc.; pero jamás nos enteramos que a comienzos de los 70’s a Bob Chinn se le ocurría crear algo inédito en la historia del cine para adultos. Una nueva serie con un personaje que largometraje tras largometraje debía encarnar la figura de un detective sofisticado y seductor. Johnny Wadd es el héroe que serenamente y con carisma absoluto escapa de miles de coartadas y que sin más ni más se enfrenta a balazos a los más mugrientos hampones de New York. Pero lo que lo convierte en un justiciero sin parangón es el talento para tirarse a cada culo que se le cruza por delante, implacablemente, sin importar si el cuero es víctima o villana.



La saga llegó a 11 episodios, de los cuales Chinn dirige nueve. En todos esos años que van de 1973 a 1986 el director contempló como Wadd se fue consagrando en la cultura popular y también simultáneamente vió como Holmes va echando a perder su carrera debido a los excesos en que empezó a poner en práctica. El resultado, la rigidez peneal se difumina, las filmaciones se vuelven más extensas de los que los presupuestos permiten. Todos esperaban que el mazo del coloso volviese a alzar vuelo. Holmes fuera de escenarios vuelve a sus inicios, empieza a vender su colgajo a cualquier homosexual que page bien. A finales de 1986 entregado ya casi exclusivamente al mundo gay se entera que sufre de sida. Se acobarda y no se lo cuenta a nadie, vaya a saber a cuantas y cuantos les puso la cruz. Viaja a Europa y filma con la Cicciolina quien jura y rejura que esta súper sanita. Felizmente ya todo estaba por acabar. El 13 de marzo de 1988 Mr. Wadd dejaría de ser el látigo de los criminales para siempre. Tenía 43 años. Su cuerpo fue cremado y las cenizas echadas en las costas de California.


Cuentan que Bob Chinn hizo lo imposible para rescatarlo. Como poder volver a tenerlo en su mejor momento. ¿Qué fue de ese eficiente investigador que en 1977 burló a todos en el caso “The Jade Pussycat”?. Cientos de castings y guiones, pero nada, sequia total. El maestro solo necesitaba tiempo, y el 2001 decide contratar a John Wolf (Joel Lawrece) un joven detective para identificar quienes fueron los que abalearon a Wadd cinco años atrás. La operación tuvo por nombre “Silk And Seduction” Los vericuetos de la investigación llegan a una conmovedor descubrimiento. Wolf es el único fruto que Wadd dejó en este mundo La madre conoció profundamente al icono porno pero jamás quiso confesarle al pequeño Wolf quien era su padre dizque que por no poner en riesgo sus vidas. La verdad es que Wadd se la culeo y luego la dejo por ser una perra más. Es así que Wadd Jr. comienza con todo ahínco a buscar a los criminales, entre tanto se cepilla a todas las mujeres que puede, digna estampa de su padre. Al final venga a su progenitor y promete seguir su ejemplo. Probablemente a la madre se le olvidó decir que pensara al menos dos veces sus intenciones porque alguien por ahí cualquier día le diría que el gran Johnny Wadd acabo siendo un drogadicto maricón.

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