Saturday, August 21, 2010
La sombra que persigue - Precious to me
Mi lengua evoca - Maligno
Christiania y la utopía que languidece.
El tema de mayor controversia ha sido que durante casi treinta años la venta de marihuana fue absolutamente legal en su jurisdicción, hasta que el gobierno danés el 2004 prohibió su libre venta y la policía ingresó violentamente a Christiania y se hizo de toda la marihuana que encontraron y de algunas drogas duras. Desde entonces quienes controlan el comercio de la marihuana y otras drogas son mafias externas que han deteriorado la tranquilidad de los apacibles residentes de la comuna.
En Christiania, si bien no pagas impuesto estas obligado -si ocupas una casa- a pagar una renta y ese dinero sirve para mantener guarderías, algunas postas medicas, el recojo de la basura, el mantenimiento de algunas prestaciones básicas como luz, agua, etc. La precariedad de sus servicios de salud e inexistencia de un sistema educativo hacen que los pobladores de Christiania utilicen sin complejo alguno colegios y hospitales de esa nación vecina llamada Dinamarca.
La moneda que se acepta en la actualidad es el euro, el dólar, etc; pero la oficial es el Lon. La donación, el trueque o simplemente la recolección son la forma más generalizada de comercio.
Es así que durante cuarenta años esta sociedad libre ha podido subsistir. Sin embargo, en la actualidad el gobierno de Dinamarca les ha planteado lo que se veía venir: “Señores a partir de ahora deben pagar para hacerse propietarios de sus casas y de no ser así, nos veremos obligados a poner en venta el área en que residen por décadas y darle un uso eficiente a los inmuebles que ilegalmente ocupan”. Amigos de Christiania, la ley de mercado, el valor de las cosas, la demanda, la oferta, están a punto de acabar con ustedes y aunque espero que jamás los destruyan, ya para la historia serán por siempre –a pesar de algunas de sus contradicciones – lo más cercano a la coherencia entre lo que se dice y se hace.
Post Scriptum:
La criminalidad en Christiania de ser inexistente, previa a la prohibición de la venta de marihuana, ha pasado a ser un problema mayor. Además recordemos que esta pequeña sociedad de alrededor de mil personas no discrimina a nadie lo cual hace que muchos “marginales’ (Heroinómanos en rehabilitación, vagabundos, dementes, etc.) encuentren cobijo bajo esa verdadera tierra de libertad, con los costos sociales que esto implica. Para terminar, hasta hace treinta años la tasa de nacimientos de niños era de diez al año, hoy por hoy, a pesar de que las cosas se están poniendo difíciles, este número se ha duplicado.